Si hubiese que señalar el punto de inflexión de la Red Bull Batalla de los Gallos, el que impulsó un crecimiento que, desde ese momento, no ha parado, ese sería la Red Bull Internacional de 2015. Aquel día, en Santiago de Chile, se dio una de las grandes citas en la historia del freestyle.
Por Guillermo PFR
Twitter: @Guillermo_PFR
“Sean todos bienvenidos, a esta final de la Batalla de los Gallos”. Así abrió el evento Seo2, host de aquella Final Internacional. El integrante de Makiza ya había sido jurado en la edición anterior, que se realizó en España. Sumado a esto, acumulaba años de experiencia con el micrófono en la escena nacional chilena. El encargado de los platos fue DJ Stuart. El actual colaborador de Batalla de los Gallos Argentina afrontaba su segunda final mundial. Tras finalizar este evento, dejó su puesto libre tanto en Argentina como en la sección internacional, un puesto que tomó DJ Zone solo un año después.
Llegaron los jurados, siendo el primero Eptos Uno. El campeón de la edición mexicana de Red Bull 2007 integraba un sillón conformado por dos artistas surgidos de las batallas y el podio de la final internacional anterior. MCKlopedia fue el segundo nominado. El venezolano fue subcampeón de la edición nacional de 2008, llegando a las semifinales de la final internacional que se realizó en México. Un año después quedó segundo en el torneo mundial, que acogió España, contra Noult.
En 2015 había organizado ‘No se aceptan pollos’, competición asociada a Red Bull que daba a un campeón venezolano, representante en la internacional. El tercer jurado, Sony, había sido el bronce de la edición de 2014. El campeón argentino había hecho historia en España, con un estilo marcado e irrepetible, que de hecho deleitó al público presente en el show que realizó junto al resto del podio: Kaiser e Invert. El chileno, subcampeón de la final mundial y campeón de su país, decidió no presentarse a la edición que se realizó en su país, tomando el lugar de juez. Completó la nómina el campeón mundial vigente en aquel momento, el español Invert.
EL INICIO DE LA COMPETENCIA
El torneo comenzó, ahora sí, con la prueba de cobardía. Una ronda que abrió el dominicano MR Junior. Había ganado FreeDom, una competición nacional que daba un lugar a la final internacional. Eso sí, ganó en 2014. El problema fue que no pudo participar por problemas con el visado, clasificando a la siguiente edición. No afectó a un gallo que llegó con todos sus argumentos a Chile, sin perder esas ganas que tenía el año anterior. “Prueba de cobardía, solo ahí atrás se quedaron los cobardes”.
El siguiente fue Arkano. “Dices que atrás se quedan los cobardes, me parece perfecto, ahí sentado se queda el del último puesto”. Si hubiese que resumir su participación, valdría su primera intervención al tomar el micrófono. Respuesta, espontaneidad y confianza como argumentos. El que había sido el campeón nacional más joven de la historia, en 2009, volvía seis años después para llevarse un título internacional que le fue esquivo. Para ello necesitó el verdadero sabor de la derrota (contra Dani, 2014) y explotar un rendimiento que seguía oculto, en parte. Su consagración en Alicante fue tal, que muchos veían en el representante español el rival a batir, aún teniendo a un campeón mundial y un tricampeón nacional en la lista.
Penzattore siguió el ciclo. Venía de Panamá, un país que recibió a Red Bull en 2012 con los brazos abiertos, aportando a Lil G y a Zaeta para el circuito internacional. No fue suficiente, por lo que se sumó Oze. Era el menos conocido de la internacional de 2014 y para muchos, el rival más asequible. No le afectaron las críticas y rozó un podio que se pagaba muy caro, cayéndose de este Aczino y Dtoke. Penzattore tenía demasiado complicado superar el récord de su compatriota, aunque a los panameños les gusten los retos. “Vine a realizar lo que parece imposible”.
Aczino, de México. Ya fue suficiente para que el público chileno enloqueciera con el único tricampeón (actualmente tetracampeón) nacional. “Y si gana el Aczino, no solo gana México, sino todo el freestyle latino”. Tiene sentido cuando lo dice el único que ha sido capaz de levantar un título nacional fuera de su tierra, concretamente en Colombia, 2012. Su campeonato en 2014 le hizo representar en España, aunque perdiese en cuartos contra el local. En 2015 realizó un evento perfecto en su país, dejando batallas y rimas inolvidables, dignas del mejor maldito freestylero que se ha parido.
Imigrante comenzaba con la segunda parte de las pruebas. El campeón de No se aceptan Pollos fue un descubrimiento para aquellos que no habían visto sus batallas, un nombre que quedó grabado en la mente de aquellos que vieron la final internacional. “Aczino ganó la Batalla de Maestros, pero en la Red Bull estúpido no tendrás ese puesto”.
El sexto, de Perú, fue Jota. Fue una irrupción en su final nacional, en la que superó a los dos favoritos para levantar el título, Klibre y Stick. Fue su primera internacional y aunque le costó arrancar, llegó a representar a su país en tres, de manera consecutiva. En esta, a pesar de ser la primera, ya dejó momentos inolvidables, aunque quizá su prueba de cobardía no fue lo mejor.
El único campeón internacional de la lista fue el penúltimo, Dtoke. “Yo podría estar sentado en el jurado (…) tengo huevos, me paro acá y represento”. Simple y llanamente eso, la participación del argentino (que había ganado su segunda final nacional para viajar a Chile) era una prueba más de su trayectoria y confianza. Tras su caída en la Red Bull de 2014, en la que participó de última hora comprometiendo su estatus de campeón, quería volver a demostrar que tenía nivel para competir con todos los campeones nacionales. “No quiero otro cinturón, una vez ya fui campeón, Aczino, ¿querés un cinturón? te presto el mío”.
Cerraba Tom Crowley, representante chileno. Había sido la gran sorpresa de la lista, pues en el país local se impuso alguien con un estilo muy diferente al que había caracterizado a los campeones anteriores, Kaiser y Stigma. La nula agresividad y rapeo peculiar de Tom fue el argumento que le hizo ganar en su país, aunque debía demostrar que podía cumplir siendo el local frente a la élite del freestyle. “El rap para vivir, no competir muchachos, se metieron en problemas”.
En 2012, Aczino participó en Pangea como campeón de Colombia. Pangea es un disco, producido por Red Bull, junto a los siete campeones nacionales de 2012 y los campeones de 2009, y antes, de Red Bull España. Durante aquellos días en Madrid, muy pocas batallas hubo, y aunque algunos de los participantes de aquel año sienten que querían una final al uso, les sirvieron aquellos días sin la necesidad de competir para conocerse. La confluencia del rap y el hip-hop de diferentes países se vio reflejada en el disco, y de hecho regresaría en 2015 con De Esquina a Esquina, un tema que produjeron durante su estancia en Chile, con los ocho gallos como protagonistas y autores.
El evento siguió su curso, con la ronda de emparejamientos y las eliminatorias, llegando a la final. Tom Crowley y Arkano. La victoria fue solo un trámite para ambos, que “ya ganaron”. Demasiadas cosas habían ocurrido en el transcurso del torneo, en un día que marcaría un antes y después para el freestyle. La masividad que alcanzó con la que durante tanto tiempo fue la batalla más vista de la historia, funcionó como impulso para que la próxima internacional tuviese a más de 25.000 personas en el público. Ayudó a que las batallas ocupasen portadas de periódicos, los gallos fuesen auténticos emblemas de aquello que defienden y a que Red Bull, llenase un estadio de fútbol con una final nacional. Aquel día en Chile, bien por suerte o por buena toma de decisiones, era necesario y a la vez, era la guinda del pastel de algo que se llevaba fraguando desde 2004, en Puerto Rico.
El nivel de Arkano, que además tuvo que ganar a los tres rivales más fuertes del día (a Aczino por partida doble) será siempre recordado, tanto como el beso que propinó en cuartos de final a un Dtoke que, aunque no logró arrancar de la mejor manera, dejó bien alta la vara de los argentinos en Red Bull. Aunque no se llevó el bicampeonato, recuperó el respeto de Chile y pudo competir con la nueva escuela, que era el objetivo principal de un Dto que aún sigue a día de hoy, luchando por mantener el nivel que le hizo ser el mejor del mundo.
Aczino volvió a ser MVP del día para muchos, aunque el título se le volvía a escapar. Había sido necesario un tricampeonato para optar al mundial. Y de hecho, necesitó pasar por regionales y levantar una cuarta final nacional para llevarse una internacional. México, en 2017, vio al histórico participante de la Red Bull Batalla de los Gallos cumplir su sueño. Un sueño complicado, y de hecho necesario para finalizar su legado. Cuatro podios en internacionales es un palmarés al alcance de muy pocos, tanto como disputar seis finales internacionales seguidas.
En definitiva, la Plaza de la Paz vivió el que, en mi opinión, es el día más importante para esto que vivimos y disfrutamos. Esto que sin Red Bull y las demás organizaciones que cada fin de semana apoyan el panorama, sería imposible. Esto que agradecemos a los que lo hacen posible, los que siguen viviendo el freestyle como causa y a la vez consecuencia de la rebeldía, y de la necesidad de expresión. Los b-boys, los DJ, los host, los gallos, los raperos, el propio público y todos los involucrados. Chile, hogar eterno de esto que llamamos, freestyle.