Por Nicolás Villafana
Twitter: @nico_villafana
Trueno es fachero. Ese es el primer pensamiento que arroja el cerebro de este periodista que inició el día escuchando Dr. Dre y terminó conversando con ‘Mate’, como lo llaman las personas más cercanas de su entorno. Mateo Palacios (marzo, 2022), nombre de pila, se encontraba en los camerinos del Plaza Arena dispuesto a una entrevista (más) previo a la prueba de sonido de rigor.
Y es fachero por una razón: viste como le da la gana. Lleva puesto en los pies las Yeezy Pure, la novedosísima colaboración de Kanye West con Adidas, pero con unas medias Nike. Esto, en el mundo ‘street wear’,sería catalogado como una ‘pecado grave’ por la combinación de dos marcas antagonistas. De hecho, el hijo de Cristiano Ronaldo fue flanco de críticas por haber hecho exactamente lo mismo semanas atrás.
Pero Trueno es Trueno. Fachero, único y atrevido. Escucha a los buenos y malos. De eso está acostumbrado desde pequeño. Son consecuencias de haber escuchado rap desde el útero de su madre.
Lima, una ciudad conocida para él
La prueba de sonido estuvo pactada para las 6:00 p.m. del día anterior a su concierto en Lima. Un horario poco prudente para realizarla en medio del tráfico junglar al que está acostumbrada la ciudad. “Me dormí viniendo para acá”, sonríe Trueno, quien fue recibido en la capital con un ‘Lomo Saltado’ que compartió en sus redes sociales.
“No sé si sea la tercera vez o más que vengo a Perú. Ya perdí la cuenta. La experiencia fue buena y se llenó de gente. En el 2016, también”.
Trueno y Lima tienen una historia particular. El “Trujaman”, reconocido organizador de eventos HIP HOP en Perú y creador de Supremacía MC, fue el primero en traerlo al Perú con apenas 14 años de edad. Se trataba de la primera experiencia de Mateo fuera de su natal Argentina. Llegó, rapeó y su carrera ascendió. Era cuestión de tiempo: su flow particular sobresalió en una escena en la que la palabra talento era tácita para los entendidos.
“Extraño las plazas y los escenarios. De las batallas extraño todo”, comenta Trueno, quien no participa en una competición de freestyle desde febrero del 2020. Fue justo antes de que la pandemia lo encierre en su casa para crear su mayor proyecto hasta el día de hoy: ‘ATREVIDO’.
Hablar con Mateo es como hablar con el Hip Hop en cuerpo y sangre. Con apenas 20 años, ha realizado una transición de las batallas de freestyle hacia el género musical rap/ hip hop / urbano. Se sumó a la lista de Duki, Paulo Londra, Wos y otros más que tienen millones de reproducciones en Youtube y plataformas digitales con un condimento extra: ahora también suenan en discotecas en todo Latinoamérica.
“A los pibes de Argentina nos pasa. Es hermoso. Que la gente sepa que las batallas de freestyle son una puerta grande para ser internacionales y para ser un artista grande en tu país. Ser rapero siempre fue el verdadero sueño. Las batallas son para vivirlas, pero ser músico fue lo que siempre quise y ahora lo estoy viviendo”, agrega.
Perú, un espacio del que quiere aprender más
El equipo de Trueno es numeroso. Su manager, gente de prensa y relaciones públicas, banda sonora, seguridad y hasta su padre, el popular Pedro Peligro, están cerca del lugar de los asientos en los que se realiza esta entrevista. Ha aprendido detalles de la publicidad al acceder a dar esta nota con el banner del evento detrás suyo. Bromea con el organizador sobre ello, pues eso implica la aparición de su marca y mayor exposición. Es rápido.
Si bien su especialidad es el rap, no le cierra la puerta a otros géneros. Ya lo hizo con dos de sus últimas colaboraciones: un reggaeton con Randy y un ‘rock electronizado’ junto a los Peces Raros. Latinoamérica es única con sus espacios musicales por zonas. “Iré a los barrios a ver qué escucha la gente”. ¿La Salsa? Un rostro sorprendido soríe y cierra con su característico: “Me sirve”. Sí, messirve.
“Me gustaría saber más de lo que sé (de música peruana). Escuché poco. Rapper School y toda la escuela peruana. Quisiera escuchar música nativa del Perú y que no sea rap. Quiero conocer más”, añade.
Un tatuaje y su amor por Boca
Cuando Trueno escucha las palabras ‘La Boca’, inmediatamente señala el tatuaje de los puentes de La Boca que lleva en el cuello. Y se anticipa a la pregunta futbolera y de rutina que, seguramente, le hicieron durante el día: ¿Carlos Zambrano y Luis Advíncula? ¿Los conoce?
“No he logrado verlos en el estadio. Antes de la pandemia fui mucho más a la cancha. Los partidos siempre los veo. Los dos jugadores la rompen. Gracias por estar en Boca”, finaliza.
Puñito aquí y puñito allá. “¿Nos hacemos unas fotos?”. Claro. El famoso es él y es quien invita a tomarse las postales del recuerdo. Las manos haciendo referencia a la ‘Comuna 4’. Listo, muchas gracias por venir y nos vemos en el concierto.
Trueno es todo aquello que el hip hop necesita hoy. Lima lo disfruta.