Tras el anuncio de su tercer disco, repasamos los primeros pasos del rapero argentino, y el por qué es catalogado como uno de los mejores freestylers de la historia en habla hispana.
Años antes del gran “boom” de ‘El Quinto Escalón’, cuyo crecimiento era paulatino pero constante, la competencia recibió la visita de un joven tucumano para una competencia 2 vs 2. Esa noche el joven que llevaba por A.K.A “Acru”, se coronaría campeón junto a su compañero Chalo ante Rouse y Baiper, en lo que sería el inicio de un legado que marcaría para siempre al rap argentino y que hoy sigue vigente desde la música.
Agustín Cruz, era un joven que desde pequeño estuvo ligado a la música, heredó el gusto por el rock de su padre y asistió a una escuela de artes. Allí tuvo sus primeros contactos con el Hip Hop, primero a través del graffiti y después con el freestyle luego de de ver a algunos compañeros de años mayores rapeando en los recreos.
Su ambición lo hizo superar sus limitaciones económicas, yendo de plaza en plaza a rapear, allí quedarían grabados muchos de sus freestyles que hoy en día se miran con añoranza, como aquel día que sobre una guitarra hizo la cuenta de 50 a 1 nombrando sucesos de la vida. Su nombre en las batallas también fue creciendo, pudo anotarse en Red Bull de 2015, pero sería eliminado en primera ronda.
Distintas oportunidades fueron presentándose ante aquel joven talentoso, desde grabar un freestyle para Urban Roosters y distintos canales hasta grabar un cypher 24/siempre. Con la grabación de aquel cypher se anunció su primer disco titulado “El Origen” el cual saldría en 2017 bajo la producción de Haze.
Así la carrera de Acru fue creciendo hasta sacar su segundo disco “#Anonimato”, el cual lo llevaría a recorrer otros países y brindar entrevistas para distintos medios. Muchos de sus temas ya estaban alcanzando el millón de visitas en YouTube y la comunidad más fiel al rap se reencontraba con un exponente fiel al género y a lo que transmite el HipHop.
¿Qué tiene de especial Acru? El argentino basa su arte en marcar las sílabas, esto le da el toque especial a su musicalidad y sus skills, las cuales ha ido puliendo a través de los años. El “tucu”, como lo llaman en la movida los más allegados a él, tiene registros de agudos los cuales domina de tal forma que puede entonar, raspar la voz, fluir rápido, lento… en resumen el dominio de su voz le da una facilidad para estar en sintonía con el beat y su habilidad para transmitir va más allá de sus barras, las cuales no tienen un contenido simple debido a su filosofía de no dar el contenido masticado.
Su paso por las batallas marcó un hito, pero el momento en el que dejó de estar más activo fue cuando se empezaron a popularizar más. Acru se refiere al freestyle como una disciplina la cual no ha abandonado, pero considera que para dar ese paso adelante había que separar su camino de las competencias. En el 2017 nos dejó el último gran recital de su freestyle en batallas y se espera que en su regreso a Red Bull en este 2020 lo volvamos a ver relucir en su mejor versión batallando.
Actualmente su carrera en la música está consolidada a sus escasos 23 años, por lo que es apenas el cmoienzo de un redescubrimiento constante en su música. Para este nuevo proyecto trabajará junto a Veeyam y Evla Betas en lo que será su tercer disco el cual se titulará “El Don”.